Las alfombras Atamisqui, tejidas con lana de oveja Merino, destacan por su extraordinaria suavidad. Su grosor medio a fino y su reinterpretación de diseños autóctonos las convierten en piezas únicas, capaces de aportar calidez y autenticidad a cualquier espacio. También pueden tejerse en versiones lisas o con rayas, adaptándose a diferentes estilos.

Por otro lado, la colección Salar se confecciona con lana de oveja hilada a mano, logrando una textura rústica y liviana que transmite la belleza natural del material. Su grosor medio a fino permite integrar cada pieza con armonía y facilidad en distintos ambientes.

Los colores de estas alfombras son el resultado de una meticulosa selección de tintes naturales, obtenidos de elementos como la cáscara de cebolla, la corteza de eucalipto y flores autóctonas del monte. Este proceso artesanal da lugar a una paleta cromática cálida y orgánica, resaltando la esencia pura de la fibra natural